sábado, 11 de agosto de 2007

patentes en la India

He comentado en entradas anteriores el sentido de las patentes y mis dudas de su aplicación en el caso de los medicamentos. ¿Qué tienen de particular los indios -de la India- que tantas rompeduras de cabeza dan a las empresas farmacéuticas, como Novartis?

El gobierno indio implantó en 1970 una ley de patentes en la que no estaban incluidos los medicamentos, por lo que cualquier empresa podía producir cualquier versión de las medicinas conocidas. La consecuencia más inmediata fue la producción por empresas indias de medicamentos genéricos a precios muy inferiores a los fijados por las multinacionales, permitiendo el acceso a los países en desarrollo a medicamentos tan importantes como los que combaten el cáncer, la malaria, la hepatitis, la tuberculosis o el VIH/SIDA. La rabieta de las empresas farmacéuticas fue monumental y comenzaron a defender sus beneficios escudándose en que si no hay protección, no habrá las inversiones que se requieren para combatir de forma más eficaz las enfermedades conocidas o las nuevas que puedan surgir.

Aante este tipo de comportamientos (a la India se unieron otros países como Sudáfrica, Kenia o Tailandia), la Organización Mundial del Comercio (OMC) decidió establecer un plazo de 10 años para que se aplicasen en los países en desarrollos las leyes de patentes en toda su extensión. Se denominó Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual en el Comercio (ADPIC).

En 2005 finalizaba este periodo transitorio y el gobierno indio tuvo que enmendar las leyes para acogerse al ADPIC, lo que obligaba a reconocer de nuevo las patentes farmacéuticas a los nuevos medicamentos desarrollados a partir de esa fecha.

¿Han recuperado las empresas farmacéuticas sus derechos? Parece que sí. Pero sólo en parte, porque se han dejado algo importante en el camino: los medicamentos desarrollados antes de 2005 se siguen pudiendo producir libremente y se siguen vendiendo como genéricos a precios bajos. Este es el caballo de batalla actual de las multinacionales.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, soy Bloody. Esto es un nuevo intento de comentar tus posts. Si creías que te ibas a librar...!
Luego lo borras, si sale bien.

tentetieso dijo...

Hola, Bloody, bienvenida.

Efectivamente, pensaba que me libraría,pero las hay insistentes (por no decir tozudas, ¡anda que si llegas a ser maña!).

Saludos receptivos.

Fran Tamayo dijo...

Hola tentetieso, soy Fran Tamayo de Tracomdra. Gracias por tu visita y en cuanto a tus preguntas sobre el escrito de Novartis, debo decirte que la excusa (porque excusa es) de las grandes corporaciones farmacéuticas transnacionales de que si se les impide hacer lo que les dé le agana (que es lo que vienen a decir enb realidad) no ganarán bastante dinero para invertir en investigación no se la cree nadie que conozca un poco ese negocio. ¿Sabes que algunas de esas corporaciones están esquilmando, robando los conocimientos sanadores con plantas de los indígenas de la Amazonía y registrando, patentando esos conocimientos seculares que ellas no han ivestigado nunca ni opuesto un duro?
Tú has apuntado parte del respuesta: el Estado debe tomar cartas en el asunto, porque estamos hablando de la vida y de la salud (que es la vida que vale la pena, pero desde que se puso en marcha el maldito "Consenso de Washington" (que de consenso no tiene nada) a final de los ochenta (tras el hundimiento del corrupto y corrompido imperio soviético), una de las directrices fue y es que el Estado se retire, salvo para garantizar el orden. Veinte años después de la entronización de que "todo es mercado" (que preconizaba y defiende el malhadado "Consenso de Washington"), no se han podido reducir de forma mínimamente aceptable los graves problemas de la Tierra (hambre, muertes evitables, mortandad materno-filial, desigualdad insultante...). Lo que falla es el punto de partida que es esa estupidez canallesca de que todo es mercado y que el mercado lo regula todo de modo natural como un deus ex-machina, porque ahí están los hechos tozudos para desmentirlo. No estoy clamando por una revolución sino por el regreso al capitalismo keynesiano que no fue precisamente la madre Teresa de Cálcuta, pero fue más humano, porque fue más inteligente.

aljawarab dijo...

Creo que la industria farmacéutica en su conjunto es un ente corporativo que despide olor a mierda, con perdón. Además de los desmanes que habéis citado, es responsable, entre otras cosas: de permitir que varios fármacos, de distinta índole, que en la mayoría de los casos no curan, pasen a tener un uso recreativo: el Prozac y, sobre todo, la Viagra, que generan beneficios ingentes.

No hay más que fijarse en los visitadores médicos a la puerta de los centros de salud y las farmacias. Y ahora, con los medicamentos genéricos, la lucha es aún más encarnizada.

tentetieso dijo...

Me temo, Fran y Al, que cuanto más se sabe del tema peor huele.

En tu caso, Fran, está claro que estás bien informado. Con estas humildes notas sobre el tema simplemente estoy tratando de entender por qué las cosas están así, y si lo escribo es porque me resulta útil a la hora de ordenar las ideas, aunque nada nuevo pueda aportar.

Es evidente que detrás de todo esto está el eterno debate sector privado-sector público, y corren malos tiempos para el segundo aun en aquellos terrenos en que, pensado fríamente, a (casi) todo el mundo se le pondrían los pelos de punta de pensar que se gestionan con criterios de empresa privada, como la sanidad. No me gusta decirlo así, pero ¡qué mal acostumbrados estamos con nuestra estupenda seguridad social (que tendrá sus defectos, pero para sí la quisieran algunos, por ejemplo en Estados Unidos)!

Y es verdad, como dice Al, que las grandes farmacéuticas son, antes que nada, máquinas de vender. Lo que sea. Estamos en una sociedad medicamentizada, donde todo se soluciona en la farmacia. Y si no, en la parafarmacia, que ya es como el super. Y para ello se gasta lo que haga falta en publicidad, se pagan artículos en la prensa, se mantiene un ejército de agresivos representantes-visitadores... Y luego nos hacen creer que es la forma eficiente de hacer las cosas porque así lo estipulan las leyes de mercado. Como no sea el mercado NEGRO...

Gracias por vuestras aportaciones y saludos encendidos (y mirad que trato de no encenderme...).

(Por cierto, pensaba no darle más vueltas al tema pero igual se las sigo dando...)