lunes, 20 de agosto de 2007

viento a favor

Espera que sople el viento a favor...



...pero si no cesa de soplar de proa, coge energías para virar hasta dar la espalda al huracán y conseguirás que la fuerza que te enfrentaba se sume a la tuya.

Cambiará el rumbo, es verdad. Pero ¿acaso no figuran en blanco las hojas de hoy en adelante en el cuaderno de bitácora?

Cuestión de estrategia.

(Enrique Bunbury: El viento a favor, por recomendación del corneomirón)

3 comentarios:

Merlín Púrpura dijo...

¡Enhorabuena por tu nuevo paisaje! Me alegra que el viento esté a tu favor y por esa nueva mirada de optimismo que adivino en tus escritos. Claro que delante están las hojas en blanco, para llenarlas, aunque tengamos borrones. Y perdona que te contradiga (ejem...) no siempre las subidas son el presagio de nuevas bajadas. Por más que estemos seguros de que los ciclos existen, la vida da sorpresas. Sé de ríos que han cambiado en un momento su curso de años. Y no te olvides que apreciamos muchas cosas precisamente por sus contrarios y que el momento más oscuro de la noche suele ser justo antes del amanecer.
Abrazos rabiosamente azules.

Anónimo dijo...

No hay manera de que las cosas no cambien, eso es un hecho, sólo hay que saberlo y respirar.

tentetieso dijo...

Hay que acostumbrarse al cambio y asimilarlo como algo normal. De acuerdo, Noemí, pero hay cambios que no apetecen. Entonces es bueno seguir tu consejo, sentarse y respirar hondo.

Y esperar que el río se tuerza. Permíteme a mí contradecirte también, Merlín, y pensar que todo es cíclico y que toda subida tiene una cima. Otra cosa es si el ciclo es corto o largo y si la cima puede ser una extensa meseta. De todo hay por ahí.

Saludos mutantes.