lunes, 6 de agosto de 2007

backup cerebral

El tiempo pasado va ampliando territorio en nuestra mente de forma implacable. Cuanto más tiempo pasa, más extensos son sus dominios. No hay problema mientras queda sitio para el presente y para el futuro.

A veces los recuerdos son tantos y tan intensos que terminan por agotar la capacidad del cerebro. Cuando el disco duro se llena, el sistema operativo nos recomienda el borrado de archivos y aplicaciones. O directamente decide por su cuenta comenzar la limpieza. No cabe el presente y menos cabrá el futuro, así que hay que hacer sitio y lo más fácil de borrar es lo más reciente, lo que apenas ha penetrado la corteza cerebral.

Lo peor es que el mecanismo de borrado es voraz. Una vez comenzado, el proceso coge velocidad y va eliminando cada vez más recuerdos, como las saetas de un reloj que, caminando hacia atrás, fueran borrando a su paso las horas. Entonces le llamamos demencia, si usamos el nombre común, o Alzheimer o Parkinson si queremos recurrir a nombres propios.

¿Para cuándo descubrirá alguien la forma de hacer un backup del cerebro -por si acaso?

(al hilo de un fotopoema de Noemí, en estos días en que una fotógrafa me trajo recuerdos emotivos de mi abuela)

Ilustración de Ajubel

No hay comentarios: