domingo, 12 de agosto de 2007

el caso Glivec

Glivec (o Gleevec en EE.UU.) es un medicamento para el tratamiento de un tipo específico de leucemia que produce la empresa farmacéutica Novartis. En 1998 esta empresa solicitó la patente en la India pero no le fue concedida porque su ley de patentes de 1970 no permitía patentar medicinas. A pesar de ello, en 2003 consigue los derechos exclusivos de comercialización por cinco años amparándose en los ADPIC y los productores de genéricos tienen que retirarse del mercado.



La entrada de la India en la OMC en 2005 obligó de nuevo a este país al reconocimiento de patentes de medicamentos, lo que parecía dar la victoria definitiva a la empresa. Ni corta ni perezosa, Novartis volvió a hacer la solicitud de patente. Pero -y aquí está la clave del caso- el gobierno indio se reservaba el derecho a decidir qué productos constituían novedades y cuáles no, amparándose en la Declaración de Doha de 2001, que permitía cierta flexibilidad en el caso de los países pobres. La tormenta se desata cuando en enero de 2006, apoyándose en las razones de la ONG india Cancer Patients Aid Association (CPAA), la oficina de patentes de Chennai rechazó la solicitud al estimar que el Glivec no era más que una nueva forma de una sustancia conocida.

En mayo de 2006, Novartis, sintiendo pisoteados sus derechos, interpuso dos demandas en el Tribunal Supremo de Chennai: la primera, contra la negativa a la patente del Glivec; la segunda, contra el artículo de la ley de patentes india que impide patentar productos que no constituyan novedades. El pasado 6 de agosto, dicho tribunal desestimó las demandas de la empresa.

¿Por qué es tan importante el Glivec para Novartis? En 2006 fue su segundo medicamento por volumen de facturación. Generó a la empresa unos ingresos de más de más de 2.500 millones de dólares. Es verdad que Novartis es también una de las principales productoras de genéricos, pero las cifras hablan por sí solas: el tratamiento con Glivec en la India cuesta cada mes 2.500 dólares; el tratamiento con genéricos sólo 175. ¿Quién lo vendería a este precio pudiendo venderlo 15 veces más caro?

Pero lo más importante es que, de haber prosperado la segunda de las demandas, se habría cerrado la puerta a la producción de otros muchos medicamentos genéricos, como los que combaten el VIH/SIDA.

Más información sobre el caso: Farmamundi.

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