viernes, 30 de noviembre de 2007

o punto'l día


O punto'l día zarra o rolde d'ausenzias
que redolan cada nuei dende que te'n fues.
O punto'l día ye un zurriagazo qu'empenta
enta carreras que siempre son iguals:
podrí dibuxar-las de memoria sobre fuellas,
en cuadernos y parez; chens, árbols, autos...
tacas que m'atochan y no me dispiertan.
O punto'l día ye o momento azeto de dexar-te
arrinconau en o ricuerdo á l'aspera
de que a nuei te torne ta yo
y chuntos descansemos sin que dengún pueda
crebar o misterio de dos ombres amando-se
dica que o nuebo día amanexca.

Ánchel Conte: "O tiempo y os días"

Puedes oírlo aquí, con fondo musical de Marianne Faithfull (Boulevard of broken dreams):




Más o menos en castellano viene a decir:

El amanecer cierra el círculo de ausencias
que rodean cada noche desde que te fuiste.
El amanecer es un latigazo que empuja
hacia calles que siempre son iguales:
podría dibujarlas de memoria sobre hojas,
en cuadernos y en paredes; gentes, árboles, coches...
manchas que me golpean y no me despiertan.
El amanecer es el momento amargo de dejarte
arrinconado en el recuerdo a la espera
de que la noche te devuelva a mí
y juntos descansemos sin que nadie pueda
romper el misterio de dos hombres amándose
hasta que el nuevo día amanezca.


lunes, 26 de noviembre de 2007

reivindicación del ocaso

Costó vidas y sufrimientos admitir hace unos siglos que este planeta nuestro no es el centro del universo, sino que se mueve alrededor del sol, que a su vez también se mueve en la galaxia, que no es más que una pieza más en el inmenso engranaje del espacio.

Pero seguimos pensando que el sol sale al amanecer y se nos esconde a media tarde, cediendo el paso a una luna que vuelve a darnos la cara y se retirará unas horas después. Son esas visitas las que nos marcan el ciclo del día y la noche. Sol y luna insisten incansables en saludarnos periódicamente mientras nosotros pareciera que permanecemos inmóviles sentados en el confortable trono de este planeta.


Hace pocos días unas fotos de la sonda japonesa Kaguya desde la luna me obligaban a cambiar la perspectiva. Mejor dicho, a recuperar la perspectiva. En ellas es la Tierra la que se pone, la que desaparece durante unas horas en la que el mundo, este mundo nuestro, deja de existir. La Tierra también se pone.

Igual que esta Tierra, igual que La Luna, ejerzo mi derecho a esconderme de vez en cuando. Tantos y tan enrevesados ciclos (vitales, espaciales...) entrelazados y superpuestos hacen necesario de vez en cuando un poco de silencio, un ratito de sombra.

(foto tomada de Público, 15/11/07)

domingo, 18 de noviembre de 2007

luz herida

"Creo en la felicidad, pero sé que es de una brevedad impresionante. Un porcentaje altísimo de lo que canto tiene más que ver con las frustraciones, con la tristeza, con la ansiedad, con todas esas cosas que te hacen estar vivo pero sin vivir en ti… Porque el estado de la felicidad te da para una canción. Uno escribe siempre después de una herida."

"Una persona que está buscando una especie de perfección no puede ser feliz. Cuando aprendes a ver todo lo que te rodea tratas de sacarle partido y vives como si fueras feliz. Pero la felicidad son fragmentos."

jueves, 15 de noviembre de 2007

my girl lollipop

Después de varias versiones de My boy lollipop ya tocaba cambiar un poco. De la mano de la banda británica Bad Manners aquí está My girl lollipop.

Menos empalagosa y más irreverente. Más ska pero ahora de este lado del charco.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

spiced lollipop

No sólo de revolver en el baúl de los recuerdos vive el hombre.

Seguramente nadie lo recuerda, pero en 1997 las Spice Girls protagonizaron una película hecha a mayor gloria de sí mismas, Spice World -con la participación de actores... digamos... de verdad, como Roger Moore/James Bond, Hugh Laurie /Doctor House o Stephen Fry, amén de músicos... digamos... de verdad, como Elton John o Elvis Costello. Nunca pensé que las chicas picantes fueran a pasar por aquí, pero mire usted por dónde aquí están, cantando y bailando al son de My boy Lollipop.

Nada que ver con la interpretación de Millie o el "doblaje" de Patty, pero seguro que el contraste ayuda a poner las cosas en su sitio.

des-concierto




En lo que no se me ocurre calificar más que de bravuconada, el jefe de un estado que ocupa ese puesto porque es hijo de su padre y nieto de su abuelo -bueno, y porque un militar golpista que detentó el poder durante treinta y pico años lo eligió como sucesor- manda callar de muy malas maneras al presidente de otro país que lo es como resultado de unas elecciones por sufragio universal.

Y mucha gente acusa de dictador al segundo.

Creo que me he perdido algo.


martes, 13 de noviembre de 2007

arriba los pelucones

No soy el único fan de My boy lollipop y de Millie Small. En su momento, en el show Saturday Hop , una jovencísima Patty Benson casi lograba convencer de que era ella y no Millie quien cantaba. Lo cierto es que rivalizan en ojos, en sonrisa... ¡y en peinado!



Otra criatura entrañable. Otra dosis de dulzura y de inocencia. Otro terrón de azúcar en el café. ¿A quién le amarga un dulce?

lunes, 12 de noviembre de 2007

my boy lollipop

Hay encuentros que te cambian el humor. Hay caras que te reconcilian con el mundo. Hay canciones que te levantan el ánimo.

Y si no, ¿qué se puede decir de esta sonrisa radiante? ¿de esta mirada que acaricia? Es Millicent Small, nacida en Clarendon (Jamaica) en 1946.



¿Que no sabes quién es?
Quizá es mejor escucharla:



Inconfundible la voz e inconfundible la canción. Uno que es de ideas fijas y le sigue la pista a la banda sonora del anuncio de ayer.

My boy lollipop triunfaba en 1957 de la mano de Barbie Gaye. Siete años más tarde, una joven de escasos dieciocho años interpretaría la versión ska (la leyenda, parece que errónea, dice que con Rod Stewart a la armónica). Era, claro, Millie Small y se convertiría en el mayor estandarte este género musical y el primer éxito internacional de un(a) artista de Jamaica.

Por lo pronto, mi canción de la semana.

domingo, 11 de noviembre de 2007

mil formas de amar

No hay dos sin tres. Después de las campañas de AIDES de 2005 y 2006, ahora toca la de 2007. Otro anuncio vitalista, muy divertido y con una banda sonora de las que acompañan toda la semana. Otra forma -espero- de levantar el ánimo. "Hay mil formas de amar, pero sólo una de protegerse". Pero, sobre todo, hay mil formas de amar.

lunes, 5 de noviembre de 2007

el sufrimiento no es la excepción

"Mi queridísima Therese. Es absurdo creer que el dolor
constante que nos aflige se debe sólo a la casualidad. El
sufrimiento no es la excepción. Es la regla. ¿A quién
puedo culpar de nuestra existencia? No al accidente del
sol, que nos da vida. Yo me acuso a mí mismo puesto que
no creo en Dios, ni creo que haya otra vida. Me gustaría
engañarme pensando que habrá un postre celestial tras un
indigesto plato principal.

Nunca he podido aceptar la equivocación común de
pensar que todo será mejor algún día. Nada será mejor.
Como mucho será diferente.

Ya no quiero pensar. Sobre todo, no quiero pensar”.



Antonia. Marleen Gorris, 1995.

domingo, 4 de noviembre de 2007

los heteros también lloran

Otra campaña de la asociación francesa de lucha contra el SIDA AIDES, esta vez la de 2005. Si la de Sugar baby love iba dirigida a los homosexuales, esta hace lo propio con el público heterosexual.

Como en el otro caso, cuenta el despertar juvenil al amor y al sexo y a la carrera de desengaños que le suceden, con un final que parece rozar la tragedia pero en el que en el último momento se impone un final feliz a lo Capra: fueron felices y comieron perdices. Con boda de por medio, claro. Celebro el optimismo del mensaje, subrayado por la alegría de la música y las imágenes coloristas, pero sigo sin soportar el final empalagoso, precisamente porque no es el final. Si las cosas han ido como nos cuentan hasta aquí, ¿cómo seguirán después? (¡Ah, nadie dijo que vivir fuera fácil...!)



(Banda sonora: "Baby, baby", de The Vibrators)

jueves, 1 de noviembre de 2007

ensalada de arroz y cacahuetes

Manzana y cebolla.
Arroz y cacahuetes.
Lechuga y zanahoria.
Salsa de curry, piña y soja.

No pretende ser una receta. No creo mucho en las recetas en el caso de las ensaladas. Se coge lo que uno tiene a mano y se intentan combinar sabores y colores con más o menos inspiración. La improvisación al poder.

No pretende ser una receta, digo. Sólo el resultado de un rato entretenido en la cocina un mediodía festivo mientras esperaba a alguien a comer. Llegó con buñuelos en la mano y la sonrisa habitual en la cara.

También las ensaladas saben mejor en compañía.