miércoles, 29 de agosto de 2007

guerra al anisakis

El avance de la humanidad se mide por grandes descubrimientos que le hacen la vida más fácil a la gente (y, lamentablemente, también por algunos que le hacen más fácil la muerte). Hoy me he beneficiado de un avance tremendamente humilde pero que a mí me ha alegrado la comida: ¡ya se comercializan los boquerones en vinagre libres de anisakis!



El anisakis, ese gran desconocido... hasta que se cruza en tu camino. A partir de ese momento no lo vuelves a olvidar. En mi caso el encuentro tuvo lugar hace ya algunos años en Tarifa alrededor de suculentas rodajas de atún a la plancha, de los mismos poderosos atunes que los pescadores transportaban en carretillas por las calles del lugar y que, para alguien de interior y de secano, constituían todo un espectáculo.

Tanta y tan placentera ingesta tuvo como resultado una urticaria de aúpa. Y es que entonces no lo sabía, pero soy alérgico al anisakis, ese parásito de pescados y otros bichos marinos que se ha puesto tan de moda: de unos meses a esta parte todos los medios hablan de él e insisten en la conveniencia de congelar el pescado, sobre todo el que se va a comer crudo.

Como los boquerones en vinagre. Desde entonces prohibidos. Hasta hoy. Mi supermercado de confianza (ese del que hay quien piensa que soy accionista, de tanto que lo alabo) tiene a la venta varias presentaciones de boquerones en vinagre en las que indica que están libres de anisakis porque han sido previamente congelados a -20ºC.

Así que, después de bastantes años, me he dado un banquete de boquerones, acompañado de unas verduritas y un refrescante gazpacho. Dieta mediterránea donde las haya.

He comido como un rey.

(El tentetieso no ha podido evitar acordarse de los que preparaba su madre cuando era un crío. Los limpiaba primero y los dejaba a macerar después varios días en una cazuela de barro con aceite, vinagre y ajo. Estaban riquísimos al volver de la escuela)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegra mucho que por fin puedas comer ese pequeño manjar que hasta hace poco tenías sólo en tu mente pero no en tu mesa.
Quiero decirte Tentetieso que muy cerca de mi casa hay una tienda con una bella señorita dibujada en su cartel que seguro te gustaría degustar.
Quedas públicamente invitado para poder saborear tal orgía...eso si como dice mi abuela (con cuidado hijo mio que te fará mal).

tentetieso dijo...

Ay, qué anónimo tan enredadó...

¿La señorita del cartel no será una sirena? Porque yo a los cantos de sirena acudo raudo.

Y gracias por la invitación. No la dejaré escapar. Qué facilón soy a veces -sólo a veces, jejeje.

Saludos ultracongelados.

Javier López Clemente dijo...

Pero... ¿Anisakis no era el ala pivot de Palatianikos?

;-)

Salu2 córneos ¡y que aproveche!

Tanino dijo...

boquerones en vinagre?
en chile ni idea de eso, y los anisakis... jaja suena como a tamagochi, o a animación japonesa.
Algo nuevo para aprender en la aldea global... si son ricos está bien, me haré un sandwich de anisakis, já!
saludos
Giuseppe

tentetieso dijo...

Sí, sí, corneomirón y tanino, suena exótico, divertido y juguetón (lo de si es griego o japonés, lo dejo para cada uno). Pero si el gusano en cuestión llega al intestino y decide "clavarse" en él puede producir un dolor similar al de una apendicitis. Y entonces ya no suena tan amigable ¿eh?.

Tanino: fíjate si serán abundantes los problemas de salud debidos al gusano (más de la mitad del pescado tiene este parásito) que desde hace unos meses en España es obligatorio para los restaurantes someter a congelación previa todo el pescado que se vaya a servir crudo o casi crudo.

Saludos desinfectados.