Antes los artistas pintaban por encargo el interior de los muros de las iglesias. Hoy en día llenan espontáneamente de vida la piel anquilosada de las cicatrices de la ciudad.
Llorad, llorad, valientes. Un texto de Irene Vallejo.
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*El duelo hay que edificarlo sin prisa, con ritmos arquitectónicos*. Más y
más, mes a mes. No es una enfermedad de la que curarse lo antes posible,
sino ...
Hace 1 día
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