
Se vuelve siempre
a la ojeriza de los atardeceres,
a la lentitud de las noches
y al amargo sabor
de los amaneceres:
se vive, al fin y al cabo.
José Antonio Labordeta: Se vuelve siempre.
(Después de unos cuantos atardeceres, aquellos narcisos rozagantes me dejaron unas pocas flores agostadas. Los primeros son recuerdo, las segundas presencia)
Por todos, por Maruxa, por las madres...
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cliente d...
Hace 2 semanas
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