sábado, 8 de septiembre de 2007

the origin of love

Según el mito del andrógino (narrado en El Banquete de Platón), el castigo divino en el origen de los tiempos nos hace vagar por el mundo en busca de la mitad perdida. De la parte que nos fue arrebatada por Júpiter al partirnos en dos y sin la cual no somos entes completos. Pero nos queda el recuerdo de lo que fuimos y necesitamos llenar la mitad vacía. El periplo para conseguirlo es lo que llamamos la búsqueda del amor. Porque antes de la escisión el amor no existía. El amor es el ansia de reconstrucción.

Las tormentas y los huracanes que desataron la ira de los dioses mandaron las mitades complementarias probablemente lejos. Por eso nos ha sido dada una larga vida de búsqueda en la que, como Hedwig, vamos de mitad en mitad sin que se produzca el ensamblaje perfecto. Entretanto, las heridas se van llenando del polvo del camino y las cicatrices se reabren sin cesar al arrastrarse sobre el asfalto.

¿No será que semejante búsqueda resulta inútil las más de las veces porque somos nosotros mismos los que nos recortamos miembros y después levantamos los muros que los han de dejar al otro lado?


Esta es una de las espléndidas animaciones de Emily Hubley que salpican la película.

Hedwig and the Angry Inch. John Cameron Mitchell (2001).

3 comentarios:

Merlín Púrpura dijo...

Completamente de acuerdo contigo. Tanto en tu análisis de la película, como en lo preciosas que son las animaciones de la misma. Me encantan tus palabras: "Las heridas se van llenando del polvo del camino y las cicatrices se reabren al arrastrarse por el asfalto". Recuerdo una técnica antihigiénica para detener pequeñas hemorragias: ¡Un puñado de telarañas! Pero, Tennempié, si sospechamos que hemos arrojado nuestra otra mitad detrás del muro, ¿por qué no derribarlo?

senses and nonsenses dijo...

hedwig, volver, fangoria ...vamos a ser muy buenos amigos, jajaja

adoro esta película. se me pone la carne de gallina sólo recordar esta canción.
tb apareció por mi blog. claro.

un abrazo.

tentetieso dijo...

Porque es fácil hablar (escribir), merlín púrpura, y mucho más difícil poner manos a la obra. Me temo que los muros caen, si lo hacen, más despacio de lo que sería aconsejable.

Estos días ando escaso de tiempo, Senses. Pero tengo una larga tarea de repaso en tu blog. Sé que me esperan muchos descubrimientos.

Da gusto aprender a gusto con estos compañeros de viaje.

Saludos maniapretados.