domingo, 30 de septiembre de 2007

herencia de Uruguay

Me llegan de parte de Ronald unos libros y una cinta de tangos de Julio Sosa.


Hace unos años que Ronald y Cristina cambiaron Montevideo por Zaragoza. Hace algunos menos que Ronald cambió Zaragoza por algún paraje tranquilo -en otro mundo que no es este- donde leer poesía, anotar los márgenes de las novelas, escuchar tangos y sorber mate en paz. Estos días le ha mandado recado a Cristina de repartir sus tesoros y hemos encontrado algunas cosas para mí.

No conocí a Ronald, aunque puede que llegáramos a ser casi vecinos. Pero por cómo he oído hablar de él a algunas personas que tuvo muy cerca me siento honrado de formar parte de sus (muchos) herederos.


Julio Sosa. Cambalache.

Siglo veinte, cambalache, problemático y febril,
el que no llora no mama y el que no afana es un gil.
¡Dale nomás, dale que va,
que allá en el horno se vamo a encontrar!
¡No pienses más, hácete a un lao,
que a nadie importa si naciste honrao!
Si es lo mismo el que labura
noche y día como un buey
que el que vive de las minas,
que el que mata o el que cura
o está fuera de la ley.

2 comentarios:

Merlín Púrpura dijo...

Qué buena herencia pueden dejar algunos: Libros, historias, sentimientos. Y qué bueno que hayas heredado una buena selección de tangos, que tanto se parecen a la vida. Hoy me levanté con la frase de uno en la cabeza: "El gallo por más que empuje, jamás será gavilán. Por qué andar atropellando si voy a llegar igual".
Saludos lunfardos

cachivache dijo...

SI TE HUBIERA CONOCIDO, TE QUERRÍA COMO YO, PORQUE ERES ESPECIAL, COMO ÉL TAMBIÉN SUPO SERLO. POR ESO, LO SIGO QUERIENDO, Y POR ESO HEREDASTE ALGO QUE PARA MÍ HA SIDO INTOCABLE, HASTA QUE, COMO BIEN DICES, RECIBÍ SU MENSAJE DE COMPARTIR SUS COSAS.