lunes, 14 de diciembre de 2009

caquis


Me guardabas siempre algún caqui de los que te daba la vecina porque, aparte de ti, era el único al que le gustaban. Eran los únicos en todo el año, y eso lo convertía en una ocasión especial. Todo esto es ya pasado.

Ahora, en cuanto llegan los caquis al mercado, no me faltan en el frutero. Un mediodía detrás de otro, cada vez que muerdo un gajo me doy cuenta de que por fin comprendo en qué consiste la comunión.

2 comentarios:

Ana dijo...

:)

tentetieso dijo...

:*