Gigante con pies de barro. Elefante temeroso de un inofensivo ratón. Grandullón atemorizado por sus propios sentimientos. Jara: una pieza más entre millares de piezas en el gris paisaje montevideano.
La vida está embutida de rutina y la gente somos, ante todo, gente corriente. Es la mirada del otro -la del vigilante, la del curioso, la del silencioso enamorado, incluso la del director de una película- la que nos convierte en especiales e irrepetibles. Sin embargo, muchas veces, anestesiados por la cotidianidad, ni siquiera nos damos cuenta.
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Gigante. Adrián Biniez, 2009.
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¡No desperdicies el milagro de estar vivo!
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*Nadie nos avisa cuándo será la última vez. *
*No hay campana que suene, ni voz que advierta: "Esta es la última sonrisa
que verás de él." Simplemente p...
Hace 2 meses
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