Me guardabas siempre algún caqui de los que te daba la vecina porque, aparte de ti, era el único al que le gustaban. Eran los únicos en todo el año, y eso lo convertía en una ocasión especial. Todo esto es ya pasado.
Ahora, en cuanto llegan los caquis al mercado, no me faltan en el frutero. Un mediodía detrás de otro, cada vez que muerdo un gajo me doy cuenta de que por fin comprendo en qué consiste la comunión.
¡No desperdicies el milagro de estar vivo!
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*Nadie nos avisa cuándo será la última vez. *
*No hay campana que suene, ni voz que advierta: "Esta es la última sonrisa
que verás de él." Simplemente p...
Hace 2 meses
2 comentarios:
:)
:*
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