La niebla inunda la ciudad con su efecto balsámico,
anestesiando el tiempo, borrando el mediodía.
Pero no consigue apaciguar el pálpito nervioso
de quienes arrastran lastres demasiado pesados
como para conseguir levantar los pies -las raíces- del suelo.
¡No desperdicies el milagro de estar vivo!
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*Nadie nos avisa cuándo será la última vez. *
*No hay campana que suene, ni voz que advierta: "Esta es la última sonrisa
que verás de él." Simplemente p...
Hace 3 meses
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