La niebla inunda la ciudad con su efecto balsámico,
anestesiando el tiempo, borrando el mediodía.
Pero no consigue apaciguar el pálpito nervioso
de quienes arrastran lastres demasiado pesados
como para conseguir levantar los pies -las raíces- del suelo.
La vida es cuando llamas
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Hubo un tiempo en que nos quisimos mucho. Pero éramos muy jóvenes y la vida
nos separó. Tuve que irme lejos y no pudiste seguirme, eran otros tiempos.
H...
Hace 4 meses
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