lunes, 15 de octubre de 2007

toneladas de e-basura

Una de las grandes aportaciones de las tecnologías de la comunicación y la información (TIC) es la reducción de recursos necesarios para el almacenamiento y la difusión de la información, materia prima básica de la sociedad actual. El papel es cada vez menos el vehículo que cumple tales funciones, así que nuestros bosques nos lo agradecerán -eso sí, siempre que no nos dediquemos a imprimir todo lo que caiga en nuestras manos.

Al margen del consumo de papel, esta revolución tecnológica parece más limpia que las anteriores. Ya no hay humo y hollín; la información se mueve sin dejar rastro por estrechos cables, cuando no por el propio aire. Pero esto es pura apariencia, porque la renovación de aparatos informáticos genera grandes cantidades de basura tecnológica o e-basura. La Agencia Europea del Medio Ambiente lo expresa de manera gráfica: los 40 millones de toneladas de e-basura llenarían una fila de camiones que abarcaría la mitad de la circunferencia terrestre.

La gravedad del problema ha llevado a la ONU, diversas universidades y las principales empresas del sector a poner en marcha un plan para solucionar el problema de la e-basura (StEP: solving the e-waste problem), con algunas medidas que persiguen objetivos similares a las que se aplican a otro tipo de basuras: reducir el uso de materiales, reutilizarlos y reciclar. Junto a estas recomendaciones tradicionales, una nueva: la conveniencia de alargar la vida de este tipo de productos. La tecnología avanza a un ritmo vertiginoso y las nuevas versiones aparecen en el mercado sin apenas respiro, forzando al consumidor a nuevas adquisiciones. Es lo que sucede con las actualizaciones de los sistemas operativos, que con frecuencia generan la necesidad de ordenadores con más prestaciones -como advirtió Greenpeace tras el lanzamiento de Windows Vista.

Desde este punto de vista, el software libre -con actualizaciones más graduales que no exigen cambios tan continuos en el hardware- sería no sólo más solidario sino también más ecológico que el software comercial. Y no lo dice sólo la gente que desarrolla este software abierto, que también lo defiende el Ministerio de Economía de Reino Unido en un informe que revela que mientras que las empresas que utilizan Windows llevan a cabo actualizaciones de hardware cada 3-4 años, las que usan Linux amplian el plazo al doble.

Por tanto, la generalización del software libre reduciría la basura electrónica a la mitad. Pero... las ventas de ordenadores también.

Hoy es el Blog Action Day

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si, yo ya no uso agenda de papel :)

RMS dijo...

Por eso yo uso LINUX y FIREFOX.
Un saludo.!