domingo, 2 de noviembre de 2008

mar de noviembre

¡Qué paradoja! Con el tiempo que está haciendo -súbito invierno- y algunos nos vamos... a la playa. Lluvia intensa, frío y viento (casi) huracanado bajo un inmenso y pesado cielo gris. Pero también ratos de sol y brisa amable. Y siempre olor a sal y el sonido enfurecido -y jaleado por el viento- del mar. Un mar más fotogénico que nunca, pero también más juguetón, empeñado en rebasar la playa y subirse al paseo. Y, de paso, dar un buen susto al paseante confiado.



-Cuida que viene el agua, cuida que se acerca, cuida...

Y llegó. Hasta las rodillas.

-Vámonos que viene la tormenta. Vámonos que ya está aquí...

Y sí, allí estaba, descargando de repente con furia sobre nuestras cabezas.

Baño (involuntario) de noviembre. Por abajo y por arriba.

1 comentario:

Toshiaki dijo...

Siempre que escucho o veo el mar me acuerdo de "Océano mar" de Baricco. Dónde unos personajes buscaban sanarse a través de él, otros intentaban encontrar el final del mar y otros dibujaban el mar con agua de mar.

El mar es hipnótico..., y no sólo es verano, verdad?

Saludos!