Seguramente ayer sonó más que nunca en todo el mundo el Pata pata, una canción inspirada en una danza popular de Johannesburgo que la hizo famosa en 1967. Una de esas canciones que todos hemos oído alguna vez, que reconocemos al instante, pero de las que poco o nada más sabemos. Tiene que morirse Miriam Makeba para que muchos nos enteremos de quién era esta mujer.
Símbolo de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, exiliada en Estados Unidos escapando del régimen racista sudafricano, "Mamá África"... son expresiones que estos días se han utilizado para describirla. Sus últimas notas se oyeron en un concierto de apoyo al escritor Roberto Saviano, amenazado de muerte por la Camorra italiana. Un grito final de resistencia frente a la opresión.
Por mi parte, me quedo con su canción Juegos prohibidos, cuya letra -salvadas las distancias- bien podría ser la de una desgarrada copla española. Claro que, tanto en la melodía como en la interpretación, la distancia es abismal. Pero no por ello menos deliciosa. Tierna y amarga a la vez.
Though it's forbidden for my arms to hold you
And though it's forbidden, my tears must have told you
That I hold you secretly each time we meet
In these forbidden games that I play
Though it's forbidden in dim quiet places
To capture the rainbows my aching heart chases
My bittersweet ecstasies come to me here
In these forbidden games that I play
Everyone knows you belong to another
Spinning your magic for her and no other
Still, I've been content to be part of this fantasy
Part of this game that I play
Though it's forbidden and you'll love me never
I'll keep my love hidden and love you forever
Through countless eternities, you will be mine
In these forbidden games that I play
Algo así como...
Aunque mis brazos tienen prohibido abrazarte,
a pesar de todo, mis lágrimas te habrán dicho
que te abrazo en secreto cada vez que nos encontramos
en estos juegos prohibidos a los que juego.
Aunque está prohibido en sitios tranquilos y oscuros
capturar los arco iris que mi corazón dolorido persigue,
mis éxtasis agridulces me invaden aquí,
en estos juegos prohibidos a los que juego.
Todos sabemos que perteneces a otra persona,
tejiendo tu magia para ella y para nadie más.
Con todo, he sido feliz por formar parte de esta ficción,
parte de este juego al que juego.
Aunque esté prohibido y tú no me vayas a querer nunca,
yo mantendré mi amor escondido y te querré siempre.
Tú serás mío por los siglos de los siglos
en estos juegos prohibidos a los que juego.
(Quizá me equivoque, pero la melodía -no los arreglos- del Quiero que popularizaría años más tarde Julio Iglesias se parece sospechosamente a la de esta canción)
La vida es cuando llamas
-
Hubo un tiempo en que nos quisimos mucho. Pero éramos muy jóvenes y la vida
nos separó. Tuve que irme lejos y no pudiste seguirme, eran otros tiempos.
H...
Hace 4 días
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