viernes, 16 de octubre de 2009

energías


Hace tiempo que aprendimos que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma.

Yo diría más bien que se trasvasa. Es escasa y hay que repartirla. Así que si se dirige con más intensidad a unos objetivos es necesariamente a costa de otros. Es verdad que hay actividades que la multiplican y se acaba recibiendo la energía invertida multiplicada, pero no son muchas. En general, se tiene la energía que se tiene y el problema es cómo repartirla.

Viene esto a cuento porque si hay alguna faceta de tu vida que te absorbe muchas energías, es fácil que acabes (medio) abandonando otras. Por ejemplo, el blog
(que no es la más importante, pero sí una de las más evidentes).

A las pruebas me remito.

1 comentario:

Merlín Púrpura dijo...

Mi querido Tenmempié:

Sí que es verdad que se trasvasa. Tanto la buena como la mala energía. Pero sabemos también que los polos opuesto se atraen y los iguales se repelen. Y que siempre tenemos en el fondo una fuerza personal que nos saca adelante, hasta el próximo cargador. Y que cuando la compartirmos nos sentimos más livianos, liberados y a la vez impulsados a retomar el camino. Y también hay épocas de desánimo, como los principios de la primavera o el mismo otoño. Y que siempre hay personas que están dispuestas a darnos un corrientazo para arrancar (como en los coches varados por batería).

Besos y abrazos enérgicos, mágicos y púrpuras (los que hagan falta).