Puede que te cueste sobrellevar la carga indeleble de la infección maldita. Puede que cada mañana se convierta en un nuevo paso en la cuenta atrás del agotamiento de las defensas. Puede que repudies tu propio cuerpo cuando los médicos te digan que la batalla está perdida salvo que acudas raudo a la ayuda de la medicación.
Puede que te sientas inerme al convertirte en conejillo de indias para ese nuevo tratamiento contra el VIH que llaman AZT y del que aún casi nada se sabe. Puede que sólo ver la pastilla de DDI disolverse pesadamente en el vaso te produzca náuseas.
Pero no es eso lo que te lleva a buscar con desespero compañías anónimas en un sórdido cine nocturno. Ni lo que te arroja al bálsamo paradójico del dolor disfrazado de cuero y latigazos.
El verdadero desconsuelo es el que te produce el vacío abismal que deja tras de sí la búsqueda infructuosa del amor.
----------
Un año sin amor. Anahí Berneri, 2005.
----------
La vida es cuando llamas
-
Hubo un tiempo en que nos quisimos mucho. Pero éramos muy jóvenes y la vida
nos separó. Tuve que irme lejos y no pudiste seguirme, eran otros tiempos.
H...
Hace 4 días
No hay comentarios:
Publicar un comentario