sábado, 1 de diciembre de 2007

lluvia fina (otro 1 de diciembre)

Hace 25 años fue un chaparrón,
relámpagos y truenos en el cielo,
gente corriendo por las calles,
miedo al fin del mundo.

La tormenta amainó y hoy es lluvia fina,
llueve pero parece que no.
Nadie corre, nadie huye.
Las gotas salpican los cristales de las gafas
y empapan las camisas sin que uno se dé cuenta.

Pero de vez en cuando una gota inoportuna
se clava en una retina,
el mundo se empaña
y la humedad empieza a corroer las entrañas indefensas.

Las autoridades no cesan de advertir que hay que abrir los paraguas.
El temporal no ha amainado aún.

(Por cada seis nuevos blogs que se crean,
alguien más se infecta de VIH)

2 comentarios:

38 grados dijo...

Te felicito por haber descrito de una manera tan bella la realidad sobre un tema que desgraciadamente todavía no podemos pasar por alto.

Ni que jamás debemos olvidar.

un beso

Merlín Púrpura dijo...

"La vida es una enfermedad mortal, sexualmente transmisible".

Otro 1 de diciembre. Para recordar a muchas personas y vivencias que deberíamos recordar todos los días. Recuerdo a Alberto, Mario, John Jairo, Giovanni, a todos los "Positivos por la Vida", a los que tuve la fortuna de conocer y a los que ya no están, a los que aprendieron de su "experiencia" a ser mejores humanos, a no rendirse, a dar lo mejor de sí, aunque no pudiésemos entender ni en lo más mínimo lo que sentían en sus entrañas.

¡Un día a la vez!, como deberíamos vivir todos, que cada día tiene su afán y cada noche su estrella. Siempre, siempre, alguien cercano nos presta su brazo para apoyarnos, para tenernos en pie, para abrirnos su paraguas y resguardarnos en él. Hasta que cese la tormenta (que es cuando viene la calma).

Un arcoiris de besos.