domingo, 4 de noviembre de 2007

los heteros también lloran

Otra campaña de la asociación francesa de lucha contra el SIDA AIDES, esta vez la de 2005. Si la de Sugar baby love iba dirigida a los homosexuales, esta hace lo propio con el público heterosexual.

Como en el otro caso, cuenta el despertar juvenil al amor y al sexo y a la carrera de desengaños que le suceden, con un final que parece rozar la tragedia pero en el que en el último momento se impone un final feliz a lo Capra: fueron felices y comieron perdices. Con boda de por medio, claro. Celebro el optimismo del mensaje, subrayado por la alegría de la música y las imágenes coloristas, pero sigo sin soportar el final empalagoso, precisamente porque no es el final. Si las cosas han ido como nos cuentan hasta aquí, ¿cómo seguirán después? (¡Ah, nadie dijo que vivir fuera fácil...!)



(Banda sonora: "Baby, baby", de The Vibrators)

5 comentarios:

Merlín Púrpura dijo...

¡Se casaron y vivieron muy felices... y comieron perdices, porque las codornices no les gustaban!
¿Y por qué no un final feliz y una continuación feliz? Que los hay, los hay, como las brujas (pero no hay que creer en ellas).
Si los humanos no albergáramos un poco de fe en que es posible, no habría tantas bodas, amantes, parejas de hecho, chats, tiendas de novi@s...

Anónimo dijo...

Se casaron y vivieron felices... y pagaron la hipoteca, y tuvieron hijos, y salían de vacaciones cada año, y envejecieron uno al lado del otro, y...

tentetieso dijo...

Bueno, quizá estoy un poco pesimista. Quizá todavía guardo rencor a la vida por desengañarme hace un tiempo de mi creencia -ilusa, digo ahora- en los finales felices.

Pero no tanto por lo de felices como por lo de finales. Como en tantas películas clásicas, como en los cuentos de hadas, la boda es el final de la historia, como si allí se acabase todo y los personajes ya ni sintieran ni padecieran. La vida es un continuo en que se entremezclan etapas mejores y peores y el único final lo marca la muerte.

¿Esperanza? Por supuesto. Aquí seguimos. ¿Fe? Menos de la que quisiera.

tentetieso dijo...

Confluencia de ideas: acabo de ver la película Antonia en la televisión -historia de Antonia y de cuatro generaciones de mujeres que la suceden- y termina de esta manera:

Y cuando esta larga crónica llega a su conclusión, nada ha terminado.

Amén.

RMS dijo...

Mucha ironía... ¿Por qué?. A veces hago lo mismo y a menudo... ironía e ironías. Y es verdad... nada ha terminado...
Un abrazo.