Me recuerdas en un comentario el final de una de esas películas que más lágrimas me arrancaron y no puedo evitar traerla aquí.
"Me gustaría que me dijeras como hace uno para saber cuál es su lugar. Yo por ahora no lo tengo. Supongo que me voy a dar cuenta cuando esté en un lugar y no me pueda ir. Supongo que es así. Ya va a aparecer, todavía tengo tiempo de encontrarlo."
Inevitablemente, rescato las palabras de unos segundos antes:
"Todavía le cuesta creer que vos no estés. Habla de vos con bronca, como si el infarto hubiera sido culpa tuya. A mí a veces también me da bronca no tenerte al lado para poder hablar con vos. A veces nos hacés mucha falta, viejo."
Y las lágrimas se multiplican a mitad del recorte de vídeo del YouTube porque hoy, bastantes años después, las palabras despiertan ecos nuevos en las oquedades del corazón.
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Un lugar en el mundo. Adolfo Aristaraín, 1992.
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La vida es cuando llamas
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Hubo un tiempo en que nos quisimos mucho. Pero éramos muy jóvenes y la vida
nos separó. Tuve que irme lejos y no pudiste seguirme, eran otros tiempos.
H...
Hace 4 días
2 comentarios:
Y después de tantos años, yo no puedo evita tampoco las lágrimas al lee tu entrada, como tantas otras veces... Cuan te trobas algo que parece fecho a medida del recuerdo, o a veces, cuan el recuerdo viene solo sin más...
:* No se hablate en castellano.
A ver si sabes quién soy, te e dau muchas pistas,;)
Lo de : "A ver si sabes quién soy", eba porque pensaba que te hablaría desde este enlace, a ver si ahora sí que sale...
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