De vez en cuando hace falta abrir un paréntesis. Intercalar un tiempo distinto, con otro ritmo, a ser posible en otro lugar. Para mirar lo que normalmente no se mira, para estar más atento a los estímulos menos cotidianos, para que los ojos nuevos saquen a la luz los relieves que siempre han estado allí, pero escondidos en la penumbra.
Lástima que la forma de vida que nos arrastra no permite romper fácilmente con la rutina cuando uno lo necesita.
Hace unas semanas unos pocos días de mar me sirvieron para abrir un paréntesis. La rutina volvió pero afortunadamente aún no se ha cerrado.
La vida es cuando llamas
-
Hubo un tiempo en que nos quisimos mucho. Pero éramos muy jóvenes y la vida
nos separó. Tuve que irme lejos y no pudiste seguirme, eran otros tiempos.
H...
Hace 4 meses
5 comentarios:
¡Qué bueno volverte a leer, que se notaba mucho tu ausencia!
Enhorabuena por esa beneficiosa ruptura con la rutina. Y si has abierto un paréntesis, que este sea largo, porque te ha permitido nuevas miradas, a la vida, al mundo y a tì mismo.
Abrazos oceánicos.
La verdad es que se nota o más bien se escucha un espíritu oxigenado y vitamineralizado. Que este estado perdure y perdure hasta el infinito y más allá.
Una acochadeta,
los paréntesis son útiles y necesarios. no solemos darnos tiempo para pararnos, todo punto seguido.
(.)
Disfruta de tu paréntesis. Me alegro que haya sido pocos pero muy bien gustados días de mar.
Absorber y sostener ese aire fresco de renovación por todo lo más que se pueda.
Un abrazo desde el otro lado del charco.
¿Qué mejor que el mar para abrir un paréntesis? Sino que te cuente Baricco...
Publicar un comentario