No podría asegurarlo. Pero tengo la sospecha de que el espíritu navideño volvió a asomarse esta nochebuena mientras se hacía la masa, se amasaba, se extendía, se rellenaba y finalmente se horneaban los pastillez.
Llorad, llorad, valientes. Un texto de Irene Vallejo.
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*El duelo hay que edificarlo sin prisa, con ritmos arquitectónicos*. Más y
más, mes a mes. No es una enfermedad de la que curarse lo antes posible,
sino ...
Hace 7 horas
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