Estos pensamientos nacieron espontáneamente de otros que se suponían desaparecidos. Bajaron de la montaña o quizás del lago, seguramente en una caja de cartón, seguramente en un autobús de línea. En la ciudad vivieron su momento de gloria. Hará un año de esto. Pero el tiempo atmosférico y el cronológico los extinguieron. Solo en apariencia. Ahora sé que permanecían agazapados en un lugar oscuro de la tierra. Este invierno, en algún momento impreciso, sin que nadie los requiriera, irrumpieron de nuevo a la luz. Y aquí campan de nuevo a sus anchas. Pequeños, humildes, discretos. Imbatibles en su fragilidad.
(Otros pensamientos siguen su mismo comportamiento, solo que enraizan en la cabeza)
La vida es cuando llamas
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Hubo un tiempo en que nos quisimos mucho. Pero éramos muy jóvenes y la vida
nos separó. Tuve que irme lejos y no pudiste seguirme, eran otros tiempos.
H...
Hace 4 días
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