lunes, 18 de mayo de 2009

benedetti

Murió el hombre, aunque los grandes poetas nunca mueren. Capaz de hablar de cantarle al amor y a la libertad con parecidas palabras. El más romántico y el más rebelde. Gruñón pero encantador, pero hiriente, pero querible, pero comprometido, pero discretísimo. Querible.

Uruguayo universal. Y sin embargo -cosas del cine- para muchos tendrá siempre la voz rasgada de un marinero alemán en una noche roja de alcohol y prostitutas dispuestas a regalar compañía. La dureza del lenguaje más duro bañada en el tango más sensual. Ni siquiera en alemán la coraza consigue esconder el corazón más sensible.


El lado oscuro del corazón (Eliseo Subiela, 1992)

Corazón coraza

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque la noche pase
y yo te tenga
y no.

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