sábado, 12 de julio de 2008

swimming pool

¿Hay odio más difícil de manejar que el que despierta el propio reflejo?

No hay espejo más revelador que aquella otra persona que con su actitud ante la vida nos coloca de frente ante nuestros miedos y frustraciones. Las recetas dicen que la salida más airosa consiste en reconciliarse con esas limitaciones, aunque obvien una advertencia sobre las dificultades que ello conlleva.

Sarah Morton (Charlotte Rampling), escritora de novela policíaca, encuentra un irritante espejo de su represión vital en general (y sexual en particular) en la hija de su editor, Julie (Ludivine Sagnier). Ozon dedica buena parte de la película a narrar sin prisas las fricciones del encuentro. Lamentablemente, estas pasan a un plano secundario cuando, a partir de la mitad, la película se lanza en caída libre en la trama detectivesca en la que se ven involucradas las protagonistas.



Swimming pool. François Ozon, 2003.

jueves, 3 de julio de 2008

momentos cojonudos


"La vida es así, triste.

Aunque con momentos cojonudos

que debemos acumular."


(José Luis Cuerda)

El arte de vivir estriba en saber identificar esos momentos, en entender lo cojonudos que son y en saber destilarlos en recuerdos que aporten la sal a los días insulsos.

(De la conversación con Juan Cruz en A vivir que son dos días, hace unos meses, en la sección dedicada a repasar los trenes que han perdido algunos personajes conocidos.)