
Entro cuando quiero entrar,
me escapo cuando lo necesito.
Desconecto el teléfono cuando no estoy de humor,
duermo cuando me vence el sueño.
Me asomo al mundo cuando tengo ganas,
posteo cuando me apetece.
(Reconozco que en el lugar del cuando
debería haber un casi siempre que)
Y esto, con ser lo más natural,
no deja de parecerme un privilegio.
Por todos, por Maruxa, por las madres...
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A veces la publicidad sorprende por las emociones que provoca y no por la
incitación a la compra. Y saca las lágrimas y la nostalgia (aunque seas
cliente d...
Hace 2 semanas
1 comentario:
Lo es.
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