Estás solo y aburrido. Apático y desabrido. Al borde de compadecerte de ti mismo. Tu vida no parece merecer la pena. Quizá sí en el pasado, pero ahora...
Tranquilo. Hay un buen antídoto contra la desilusión. No juegues a imaginar quién podrías estar siendo ahora, dónde y con quién, si hubieras tomado otros caminos. Síguelos. Tus antiguas compañeras de fatigas siguen transitando por ellos y no puede decirse que con mejor fortuna. Arrieros somos todos en este viaje.
La memoria es demasiado generosa y la imaginación en exceso traidora. Desengáñate: los finales felices sólo se encuentran en las películas.
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Flores rotas. Jim Jarmusch, 2005.
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Luz de Barrio
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Previo a la noche de las velitas, que se celebra el 7 de diciembre (víspera
de la fiesta religiosa de La Inmaculada), y que da inicio a la temporada
navi...
Hace 1 semana
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